Debido a la emergencia sanitaria producida por el COVID 19, mucho de lo que se hacía tuvo que cambiar abruptamente, es decir se tomaron medidas conductuales para reducir las posibilidades de contagio. Por ejemplo: en ese entonces cuando ingresó la pandemia al país, FORMA estaba en pleno desarrollo del proceso de formación de Asistentes Dentales, el cual se realizaba de forma presencial, sin embargo, debido a las instrucciones de los directivos de la institución, se adoptó todas las medidas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, lo cual implicó evitar las clases presenciales, teniendo que entrar a utilizar los medios y plataformas virtuales, sin conocerlas en absoluto.
No se interrumpió para nada el proceso formativo, sobre la marcha se tomó la iniciativa de grabar las clases, los temas y mandarlos al grupo se tenían reuniones docentes para ir aclarando dudas, esto inicialmente se realizó en WhatsApp, pero luego se adoptó la plataforma Meet, la cual se utiliza hasta la fecha.
Este mecanismo educativo, aunque implicaba una reducción de los gastos del alumno principalmente en transporte, implicaba algunos problemas para el alumno y el proceso mismo, dentro de estas se pueden indicar:
- Absorber los gastos de uso de Internet que deberían ser absorbidos por el alumno.
- La señal de Internet se interrumpe cuando existen cortes de energía.
- La señal de Internet en algunas regiones del país es deficiente.
- Se pierde el contacto visual entre alumnos y docentes.
- Las sesiones educativas no pueden tener una duración mayor a las 2 horas.
- Algunos alumnos se ausentan o desarrollan una presencia irregular.
Es decir, se presentan varias dificultades que pueden obstruir el proceso formativo. Dentro del contexto de estas dificultades, deseo compartir la experiencia de un alumno de una comunidad de Chimaltenango, que siempre tenía mala señal de internet, y por ello para recibir el contenido educativo, siempre se ubicaba en la terraza de su casa o se subía a un árbol, para lograr tener buena señal, algunas veces estaba en el árbol y cubierto con nylon para no mojarse, porque también era temporada de invierno.
Ello demuestra que no existen barreras para aprender, que cuando se quiere se puede, y que cualquier esfuerzo que se haga por aprender siempre marcará la diferencia entre un buen o mal alumno.
FORMA al servicio de la odontología.