Vivian muy cerca uno del otro y crecieron juntos, asistieron a la misma escuela, pero a ella le gustaban muchos consumir alimentos dulces, tanto era su gusto por lo dulce, que ahorraba dinero para la época de las molidas de la caña e iba al trapiche a encargar una melcocha para ella sola. La melcocha por lo menos tenía un peso aproximado de 5 a 6 libras, y ella se la comía sola. Esto era anual, pero durante el resto de del año ella continuaba comprando y consumía dulces y chicles todo el tiempo.
Debido a la falta de educación y a la falta de recursos económicos ninguno de los dos amigos usaba cepillo dental, es decir, nunca se lavaban la boca; y así pasó la vida hasta que llegaron a ser jóvenes, él se fue a estudiar básico, pero ni allí en el aula, se hablaba de la importancia de la higiene bucal. Los dos se separaron, el hombre que no consumía muchas golosinas, después del básico fue a parar a un internado, y ella también se fue a estudiar, en el internado como el estudio que recibía el joven era relacionado con salud, allí sí le hablaron de la importancia de la salud bucal y le enseñaron a lavarse adecuadamente, además de ello existía un odontólogo que les hacía limpieza dental y los tratamientos necesarios de forma gratuita.
Al rededor de quince años después, los amigos se encontraron y ella ya usaba puente dental, porque había perdido parte de su dentadura. El por su lado, conservaba su dentadura de forma intacta y aprendió a lavarse adecuadamente los dientes después de cada comida. Pero los problemas para ella no finalizarlo allí; en un tiempo corto, fue perdiendo más piezas dentales, hasta que se le cayeron la mayoría de dientes, ello le hizo visitar a otro odontólogo, que le realizó algunos tratamientos, pero mal hechos porque pronto le dejaron de funcionar, otros se le quebraron y el desastre en su boca continuaba. Preocupado por su dentadura, visitó otro odontólogo que le puso placas, pero como ella tenía que viajar a EEUU, y tenía prisa, la medida de las mismas se las tomaron con las encías inflamadas, de tal forma que, con el tiempo, las placas le quedaron muy grandes, por ello acudió a la clínica dental en donde le trataron, para hablar con el Dr. Para que le devolviera parte de su dinero, pero este no accedió.
Recientemente nuevamente se encontraron y él le recomendó que asistiera a Centro Dental Multimédica, ya que allí si son responsables y desarrollan tratamientos de calidad. En estos días ella visitará la clínica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado para su caso específico.
Centro Dental Multimedica está para servirles, acá les esperamos, será un placer poder atenderles.